jueves, 2 de julio de 2009

Para Lenguajes artísticos, primero de Arte, Mármol



Recuerden que en estas dos semanas extra tienen dos grandes tareas:
1: Realizar la revista según las consignas dadas en clase.
2: Leer Las personas y los hechos de Operación masacre y completar el trabajo práctico

El libro completo de Operación masacre lo pueden bajar de acá:
http://www.rodolfowalsh.org/spip.php?article836

El escritor en su laberinto.

1) Luego de leer el texto Los oficios terrestres ¿qué sabés de Rodolfo Walsh? ¿Qué datos destacarías?

2) Génesis de Operación masacre: hay un fusilado que vive.
Luego de leer los prólogos contestá:
a) ¿Dónde y cuándo aparece publicada la primera edición de Operación masacre?
b) ¿Para qué escribió el libro?
c) ¿Cómo tuvo noticias de los fusilamientos clandestinos?
d) ¿Cómo cambia su vida a partir de la investigación?
e) ¿Por qué Walsh piensa que le publicarán la historia inmediatamente? ¿Es lo que sucede?
f) ¿Alguien lo ayuda en la investigación? ¿Quién y cómo?
g) ¿Cómo van descubriendo a los otros “fusilados”?

3) Luego de leer la Carta abierta a la Junta Militar contestá:
a) ¿Por qué escribe la carta?
b) Explicá la frase que habla de aciertos, errores y omisiones.
c) ¿Qué ocurrió el 24 de marzo de 1976?
d) ¿Cómo se impone la política de estado?
e) Da ejemplos textuales en los que Walsh brinde datos concretos (fiel a su oficio periodístico).
f) ¿Qué es un recurso de Hábeas Corpus?
g) ¿Por qué se hablaba de fraguados combates e imaginarias tentativas de fuga?
h) Ejemplos de consecuencias de la política económica
i) ¿Cuál es la crítica al FMI?



La obra y su contexto:
Información e investigación.

1) Buscá información sobre la Revolución libertadora.
2) Buscá información sobre la desaparición del cadáver de Evita.
3) Lee la carta del General Valle y relacionala con la información obtenida.

Operación lectura

1) Realizá una lista de personas que aparecen en el libro. Escribí características de cada una y determiná su situación luego del fusilamiento.
2) ¿Cuál es la pregunta de la policía que desconcierta a Giunta y a don Horacio? Relacionalo con el contexto.
3) ¿Qué importancia tiene en los hechos el horario en que se anuncia la ley marcial?
4) Elegí tres personas que hayan participado en los hechos ¿Qué te conmovió en cada caso? ¿Cómo llegan a la casa? ¿Qué les ocurre en el momento del fusilamiento?
5) En el año 2001 la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires aprobó un proyecto para promover la lectura de La carta de un escritor a la Junta Militar porque “es una referencia obligada para pensar la realidad argentina! ¿Qué reflexión podés hacer sobre esta disposición?
6) Explicá por qué es irónico el siguiente fragmento:
Un rectángulo de papel oficial de 25 cms de alto por 15 de ancho. Tiene fecha varios meses posteriores al 9 de junio de 1956 y está expedido, después del trámite previo en todas las policías provinciales, incluso la bonaerense, a nombre de Miguel Angel Giunta, el fusilado sobreviviente. Sobre el fondo de un escudo celeste y blanco, constan su nombre y el número de su cédula de identidad. Arriba dice: República Argentina–Ministerio del Interior–Policía Federal. Y luego, en letras más grandes, cuatro palabras: ‘Certificado de Buena Conducta’…”

Marco teórico
Un nuevo periodismo.

1) ¿A qué se denomina Nuevo periodismo o Literatura non fiction?
2) ¿Quién fue Truman Capote? ¿Cuál es el tema de A sangre fría?

Una lectura, muchas reflexiones

1) Relacioná la frase de Los Redondos “violencia es mentir” con la concepción sobre el periodismo de Rodolfo Walsh.
2) Escribí un texto argumentativo sobre el libro.
3) Realizá una reflexión sobre el artículo: La función de los medios de comunicación de hoy.
4) Lee el texto La pena de muerte de María Elena Walsh. Buscá los datos que necesites para la comprensión del texto.

Reelaboraciones

Opciones: (se explicará en clase el objetivo y la realización de una de las siguientes actividades).

a) Portada del libro y afiches publicitarios.
b) Canción
c) Filmación
d) Collage
e) Radio
f) Entrevistas imaginarias
g) Entrevista al autor utilizando citas textuales.



Los oficios terrestres

Me llaman Rodolfo Walsh. Cuando chico, ese nombre no terminaba de convencerme: pensaba que no me serviría, por ejemplo, para ser presidente de la República. Mucho después descubrí que podía pronunciarse como dos yambos aliterados, y eso me gustó.
Nací en Choele–Choel, que quiere decir "corazón de palo". Me ha sido reprochado por varias mujeres.
Mi vocación se despertó tempranamente: a los ocho años decidí ser aviador. Por una de esas confusiones, el que la cumplió fue mi hermano. Supongo que a partir de ahí me quedé sin vocación y tuve muchos oficios. El más espectacular: limpiador de ventanas; el más humillante: lavacopas; el más burgués: comerciante de antigüedades; el más secreto: criptógrafo en Cuba.
Mi padre era mayordomo de estancia, un transculturado al que los peones mestizos de Río Negro llamaban Huelche. Tuvo tercer grado, pero sabía bolear avestruces y dejar el molde en la cancha de bochas. Su coraje físico sigue pareciéndome casi mitológico. Hablaba con los caballos. Uno lo mató, en 1945, y otro nos dejó como única herencia. Este se llamaba "Mar Negro", y marcaba dieciséis segundos en los trescientos: mucho caballo para ese campo. Pero ésta ya era zona de la desgracia, provincia de Buenos Aires.
Tengo una hermana monja y dos hijas laicas.
Mi madre vivió en medio de cosas que no amaba: el campo, la pobreza. En su implacable resistencia resultó más valerosa, y durable, que mi padre. El mayor disgusto que le causo, es no haber terminado mi profesorado en letras.
Mis primeros esfuerzos literarios fueron satíricos, cuartetas alusivas a maestros y celadores de sexto grado. Cuando a los diecisiete años dejé el Nacional y entré en una oficina, la inspiración seguía viva, pero había perfeccionado el método: ahora armaba sigilosos acrósticos.
La idea más perturbadora de mi adolescencia fue ese chiste idiota de Rilke: si usted piensa que puede vivir sin escribir, no debe escribir. Mi noviazgo con una muchacha que escribía incomparablemente mejor que yo me redujo a silencio durante cinco años. Mi primer libro fueron tres novelas cortas en el género policial, del que hoy abomino. Lo hice en un mes, sin pensar en la literatura aunque sí en la diversión y en el dinero. Me callé durante cuatro años más porque no me consideraba a la altura de nadie. Operación Masacre cambió mi vida. Haciéndola, comprendí que además de mis perplejidades íntimas, existía un amenazante mundo exterior. Me fui a Cuba, asistí al nacimiento de un orden nuevo, contradictorio, a veces épico, a veces fastidioso. Volví, completé un nuevo silencio de seis años. En 1964 decidí que en todos mis oficios terrestres, el violento oficio de escritor era el que más me convenía. Pero no veo en eso una determinación mística. En realidad, he sido traído y llevado por los tiempos; podría haber sido cualquier cosa, aún ahora hay momentos en que me siento disponible para cualquier aventura, para empezar de nuevo, como tantas veces.
En la hipótesis de seguir escribiendo, lo que más necesito es una cuota generosa de tiempo. Soy lento, he tardado quince años en pasar del mero nacionalismo a la izquierda; lustros en aprender a armar un cuento, a sentir la respiración de un texto; sé que me falta mucho para poder decir instantáneamente lo que quiero, en su forma óptima; pienso que la literatura es, entre otras cosas, un avance laborioso a través de la propia estupidez
Rodolfo Walsh
La pena de muerte.

Fui lapidada por adúltera. Mi esposo, que tenía manceba en casa y fuera de ella, arrojó la primera piedra, autorizado por los doctores de la ley y a la vista de mis hijos.
Me arrojaron a los leones por profesar una religión diferente a la del Estado.
Fui condenada a la hoguera, culpable de tener tratos con el demonio encarnado en mi pobre cuzco negro, y por ser portadora de un lunar en la espalda, estigma demoníaco.
Fui descuartizado por rebelarme contra la autoridad colonial.
Fui condenado a la horca por encabezar una rebelión de siervos hambrientos. Mi señor era el brazo de la Justicia.
Fui quemado vivo por sostener teorías heréticas, merced a un contubernio católico-protestante.
Fui enviada a la guillotina porque mis Camaradas revolucionarios consideraron aberrante que propusiera incluir los Derechos de la Mujer entre los Derechos del Hombre.
Me fusilaron en medio de la pampa, a causa de una interna de unitarios.
Me fusilaron encinta, junto con mi amante sacerdote, a causa de una interna de federales.
Me suicidaron por escribir poesía burguesa y decadente.
Fui enviado a la silla eléctrica a los veinte años de mi edad, sin tiempo de arrepentirme o convertirme en un hombre de bien, como suele decirse de los embriones en el claustro materno.
Me arrearon a la cámara de gas por pertenecer a un pueblo distinto al de los verdugos.
Me condenaron de facto por imprimir libelos subversivos, arrojándome semivivo a una fosa común.
A lo largo de la historia, hombres doctos o brutales supieron con certeza qué delito merecía la pena capital. Siempre supieron que yo, no otro, era el culpable. Jamás dudaron de que el castigo era ejemplar. Cada vez que se alude a este escarmiento la Humanidad retrocede en cuatro patas.

La memoria (Leon Gieco)

La memoria despierta para herir
a los pueblos dormidos
que no la dejan vivir
libre como el viento.
Todo está clavado en la memoria,
espina de la vida y de la historia.
Dos mil comerían por un año
con lo que cuesta un minuto militar
Cuántos dejarían de ser esclavos
por el precio de una bomba al mar.
La memoria pincha hasta sangrar,
a los pueblos que la amarran
y no la dejan andar
libre como el viento.
América con almas destruidas,
los chicos que mata el escuadrón,
suplicio de Mugica por las villas,
dignidad de Rodolfo Walsh.

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